El mercado de Parquet y Tarima Flotante está experimentando una bajada genérica que conviene analizar.
La actual coyuntura económica que viven países como España está incubando reacciones de tono reflejo por parte de las empresas y fabricantes. Cuando la demanda cae lo primero que se ajusta es el precio de los productos, no obstante y vinculando al sector que nos atañe (tarimas y parquets), este ajuste de precios va acompañado en muchos casos de ajustes de valor, es decir, baja el precio pero también baja el "valor" de los productos. Traduciendo esto al lenguaje común, la calidad se ve afectada por estas rebajas monetarias. Por supuesto que no en todos los casos se da esta circunstancia, los fabricantes que deben cuidar el prestigio ganado serían unos perfectos ignorantes si deciden suplir la escasez de venta con mermas en la calidad de sus tarimas.
En el contexto actual encontramos suelos laminados a precios de venta irrisorios, y nos preguntamos cómo puede ser que antes un suelo de ciertas características valiese más del doble de lo que ahora? es que tanto ganaban antes? o tan poco obtienen de beneficio ahora? ninguna de las dos. Sucede que antes vendían un artículo de cierta calidad y elaboración y ahora producen con insumos de cuestionable calidad. Cierto es que algunas commodities han bajado de precio (petróleo) y esto significa un coste de producción ligeramente más económico... pero no tanto como para justificar una rebaja del 50% en los mismos productos de antes; evidentemente algo está sucediendo; no resiste el menor análisis.
Hace unos años la incursión de suelos laminados y tarimas de origen asiático supuso un quiebre en los precios de estos productos, el mercado se encargó de barrer para donde debe y poco a poco los parquets de origen asiático fueron desapareciendo. Entendemos que habrán aprendido la lección, la maquinaria obsoleta que se llevaban de Europa para fabricar tarimas por alguna razón era obsoleta...
En este momento hay un fuerte ataque de algunas grandes superficies que sostienen precios casi absurdos, lo peor es que algunos consumidores caen en la trampilla. Nosotros desde varios análisis dejamos ya bien claro que lo que se vende en este tipo de superficies es directamente proporcional a su precio. Por tanto, y continuando con dicho argumento, las ofertas que redundan en los escaparates de estos comercios no obedecen a otra razón que un precio justo acorde a la calidad de lo que venden, ni más ni menos. Si ellos asumen tener potenciales problemas y reclamaciones a futuro es por supuesto su potestad y responsabilidad. Todo tiene un precio. Los que estamos en esto desde hace muchos años sabemos que no hay milagros en
este campo; si un suelo laminado vale 3 euros el m2 es porque su calidad corresponde a esos 3 euros por m2. Y lo que se puede esperar de él sigue el mismo criterio de razonamiento.
Si bien es cierto que hay un ajuste generalizado en el precio de los suelos laminados y tarimas flotantes, el índice porcentual en los ejemplos serios de real bajada de precios (y no de calidad) ronda el 5 al 10%. Sería de ilusos aceptar que una marca baje sus precios un 50% sin tener que ajustar a la baja la calidad del producto. Esto ocurre en muchos casos en artículos de consumo alimenticio o de limpieza, ya que los fabricantes "juegan" con el contenido sin "tocar" la calidad; lo que otrora se vendía en envases de litro ahora se vende en 3/4 de litro con una rebaja del 25% que da la sensación de bajada de precios cuando en realidad se comercializa la misma proporción de contenido que el descuento ofertado. En las tarimas flotantes no se puede hacer este tipo de campañas puesto que la unidad de medida de venta siempre es la misma, si antes era 1 m2 ahora también debe serlo, esto ata a los departamentos de marketing que deben buscar otras salidas imaginativas.
En líneas generales, la competencia de precios es sana para los mercados siempre y cuando se realice desde la honestidad y confianza.
En estos días asistimos a una campaña de la marca Quick Step, que tiene una fecha tope y está bien instrumentada. Estos caminos deberían seguir algunos fabricantes para alentar sus ventas, aludiendo al sentido de la oportunidad, más aún cuando llegan los resultados de fin de ejercicio y hay que alcanzar los objetivos previstos.