Tarima Biselada ¿Sí o no?

Más allá de la clásica controversia generada entre tarima flotante o suelo laminado, la polémica sobre el biselado está servida. Detallamos pros y contras de las tarimas ranuradas o biseladas.

Antes de desarrollar el argumento consideramos apropiado explicar a qué nos referimos cuando mencionamos el término "biselado". Se trata de aquella ranura o bisel que transcurre a lo largo (y en algunos casos ancho) de cada lama, formando un pequeño desnivel (del tipo V) que se encarga de marcar e identificar visualmente cada plancha. Como advertíamos antes, se producen en efecto longitudinal, conocidas como bisel 2V y perimetral 4V.

Primer plano del parquet Kronoswiss Noblesse Biselado Es muy frecuente y conocido el bisel de los cristales de las puertas por ejemplo, en este caso es un "chanfle" que desnivela la terminación. Esta evolución tiene un amplio valor estético ya que asemeja a las tarimas de madera real.

En la imagen de la instalación de Viva Parquet se visualiza claramente el efecto del biselado.

Estamos ante una virtud a nivel estético que ha generado no pocas reacciones por parte de la comunidad especializada y consumidores, existe un resquemor malhabido en el que se le atribuye al biselado la ausencia de facilidad de limpieza. Esto es un mito.

Poseer un suelo laminado o tarima flotante biselada no produce ningún recaudo diferencial en el mantenimiento habitual, ya que al igual que las versiones planas se limpian con mopas, trapos o fregonas; incluso con aspiradora (utilizando el accesorio adecuado para tal finalidad).

Instantánea del parquet instalado

El mito de la acumulación residual y dificultad de limpieza de las biseladas queda en evidencia a la primera pasada de mopa o trapo. Salvo que se limpien con una periodicidad demasiado escasa no existe tal acumulación, y menos aún dificultad alguna para quitar la suciedad. Tanto los laminados como las tarimas barnizadas no poseen ningún magnetismo especial para atraer suciedad en las ranuras, sin embargo si la hubiera, quitarla es tan simple y fácil como en el resto de la planicie del suelo. 

Quien cuestione al biselado en las tarimas debiera cuestionar también por extensión e idéntico criterio a la casi totalidad de pavimentos habidos en el mercado, ya que el porcelanato, la cerámica, azulejos y un sinfin de revestimientos para suelo contemplan en su naturaleza la unión con ranuras o llagas. ¿Algo para objetar?

Biselado en tarimas, un efecto de lujo que proporciona una belleza inusitada.Si buscásemos alguna razón para preocuparnos sobre las tarimas con ranuras podemos encontrarla en el exceso de carga
líquida en la limpieza. Se debe (como en todos los suelos de madera y laminados) poner especial atención en este ítem que es extensivo a todos los suelos de madera, aunque con mayor rigor en los que hoy nos ocupan, ya que si nos excedemos con el agua en el proceso de mantenimiento, esta puede depositarse con mayor facilidad en estas ranuras, quedando estanca a merced de generar la indeseada hinchazón en las uniones.

Sin lugar a dudas el biselado le aporta a las tarimas una dote de lujo e identidad de la que no conviene prescindir por voces que la difaman bajo débiles argumentos. 

Los comentarios están abiertos para recibir opiniones sobre este interesante tema.

Editado: Corre el año 2019 y podemos afirmar que la cuota de mercado que ostentan los suelos laminados biselados alcanza ya al 50%. Cuando se escribió este post la tarta de las tarimas biseladas apenas llegaba al 15% del total. Si analizamos con mayor precisión esta cuota, vale aclarar que la gran aceptación por parte del consumidor se concentra en poblaciones del centro-norte del territorio peninsular español, donde la venta de tarimas biseladas es manifiestamente superior.

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