Suelos Vinílicos, qué son y dónde se utilizan

Los Suelos Vinílicos, tan de moda actualmente, se producen desde hace décadas en base a policluroro de vinilo. El Suelo Vinílico contemporáneo dista mucho de sus predecesores, los diseños, texturas y acabados de imitación consiguen emular eficazmente a otros pavimentos.

 

A modo explicativo, los suelos vinílicos actuales preceden al famoso Sintasol (cuyo reconocimiento ganó su denominación popular a una marca por un producto genérico); que en realidad era una marca de pavimento vinílico en rollo. Originalmente el producto carecía de los atributos y estética actuales, además de una sostenida diversificación de tipos y formatos. En la actualidad los suelos de vinilo son muy demandados no solo en prospectos comerciales e industriales, sino en el hogar moderno.

Los suelos de vinilo son muy sencillos de limpiar y no temen al agua, además son en su mayoría antiestáticos y antideslizantes de diversos grados.

Una de las aplicaciones estrella de estos suelos resultan los prospectos sanitarios; hospitales, clínicas, sanatorios y otros edificios del ámbito de la sanidad incorporan los suelos vinílicos gracias a sus propiedades higiénicas y antibacterianas.

En virtud de sus componentes, estos suelos son los elegidos con mayor frecuencia para revestir los suelos de estancias húmedas como cocinas y baños. Otro de los segmentos donde han obtenido un solventado éxito es en el sector de pavimentos deportivos, sus dotes antiestáticas, flexibles y antideslizantes lo posicionan con ventaja frente a la competencia.

Los suelos vinílicos se presentan en diversos formatos; rollos, lamas y losetas con infinidad de tipos de colocación. Podemos mencionar, entre otros, los rollos de diversos anchos, las losetas y lamas autoadhesivas, lamas con click incorporado para facilitar su instalación e incluso lamas autoportantes sin encastre que se sujetan al suelo por la acción de la gravedad.

Entre otras características los pavimentos vinílicos ostentan contenidos de producción homogéneo y heterogéneo, los primeros se fabrican con una especie de pasta o masa que tiene como ventaja principal que su capa de uso es del 100%, es decir que hasta que no se desgasta la totalidad del suelo, éste no culmina su vida útil. En el caso de los heterogéneos, la capa superior es la encargada de soportar el tránsito hasta su desgaste definitivo, que dependiendo de la finalidad para las que hayan sido producidas su vida útil será mayor o menor. En los suelos vinílicos heterogéneos su estructura consiste en un estratificado de capas en la que las subcapas inferiores (puede ser una sola) se ocupan de contener a la superior y estabilizar el producto, aportando flexibilidad y retorno a la pisada. La meta de las subcapas en los suelos deportivos es amortiguar en mayor o menor medida los impactos o acciones que los deportistas requieran.

Hoy en día, los suelos vinílicos se producen con componentes de mínimo nivel contaminante, y a su vez son altamente reciclables.

Suelos Vinílicos, una opción más que favorable para revestir suelos.